Se acopla una sintonía a los auriculares
mientras, ahí fuera, los almendros florecen prematuros.
El virus de este siglo ataca ¿Y SI TODO ACABA?.
Taladra la cabeza, el sueño.
Hay una nube confusa pidiendo rendición.
Acalla.
¡Es la hora! Las dudas siempre fueron manzanas podridas.
Vértigo repentino, todo da vueltas y vueltas
y un susurro se repite una y otra vez " te lo tienes que creer".
Peligrosa conclusión.
Te aventuras.
Te lo crees.
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