La ciudad despierta marrón,
me desplazo por ella,
ahora aquí, ahora allí.
Mucha gente alrededor.
La observo, con calma.
Me cruzo con ojos vivos
y ojos muertos.
Auténticos contrastes metropolitanos.
A parte, están los niños,
esos pequeños ingenuos
que pueden cantar, reírse sin más.
Con la inocencia del porque sí,
aún están a salvo.
Mientras, nosotros,
perdidos en este sin sentido
de lo que nos preguntamos
y nunca sabremos.
Sí, ya lo dicen,
pienso demasiado.
La soledad de la multitud
retumba en mis oídos.
3/4/14
12/3/14
A un metro de mí
Esta tarde la he visto en una camilla,
camino a la ambulancia.
Ha pasado cerca, muy cerca.
Era arrugada, demacrada,
con los ojos en blanco igual que la piel.
Muerte, olía a muerte
a cuerpo vacío.
Muerte, era la muerte
a un metro de mí.
camino a la ambulancia.
Ha pasado cerca, muy cerca.
Era arrugada, demacrada,
con los ojos en blanco igual que la piel.
Muerte, olía a muerte
a cuerpo vacío.
Muerte, era la muerte
a un metro de mí.
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