Es de las cosas que cuando suceden uno empieza a creer que tal vez existe la magia. Y digo tal vez existe porque ya en la "fase adulta" parece de obligación ignorarla, es como un contrato que uno firma a partir de los 30. Entonces, cuando las cosas se dan, una tras otra, a trocitos, vuelves a creer...
Todo empezó cuando vi en el facebook anunciado que Andrés Suárez venía a Mallorca de gira con Pablo Milanés, el 9 de marzo. Dos días antes Salva y yo habíamos estado hablando de él y de muchos otros, que no llegan a esta isla tan aislada, a Salva se le ocurrió que podíamos hacer que, ya que venía a Mallorca, tocara el día antes en algún otro lugar. Caí en la cuenta de Pep Estrada, dueño del Vamp Café, llevábamos ya varios meses haciendo nuestros recitales de Estación Spoken Word allí, en el molino y era una buena ocasión. Me puse en contacto con él, me dijo lo que le podía ofrecer, mandé un email a Andrés Suarez, se pusieron en contacto y... bualá.
Si no recuerdo mal todo esto fue a mediados de enero, el 8 de marzo tocaría en el Vamp, presentando su útlimo disco "Cuando vuelva la marea". Todo parecía que iba sobre ruedas, ya estaba confirmado, pero la última semana Pablo Milanés tuvo que ser operado de urgencia y se suspendió la gira. Recibí una llamada de Pep, tres días antes del concierto y me dijo que Andrés Suárez no sabía si venir ¡horrrorrrrrrrrr!. Llamé a Salva, teníamos que conseguir que la gente viniera al concierto; él se movió con su gente, yo con la mía y conseguimos definitivamente que viniera a darnos ese concierto tan esperado.¡Qué emoción!, íbamos a verle en directo, por fin, a escuchar, a vivir sus canciones.
La emoción explotó cuando Pep me dijo que si me hacía ilusíón, podía ir a buscarlo al aeropuerto. Llamé a Salva, yo no tenía coche y a él también le apetecía. Fuimos a buscarlo. Ya en el aeropuerto, esperando a que ese avión desde Madrid aterrizara en la isla, bromeamos con que se nos había olvidado llevar un cartelito "Andrés Suárez, Welcome" jaja Era extraño estar esperando a alguien a quién sólo habías visto en el youtube y te sabías casi todas sus canciones, él por supuesto no sabía ni que cara teníamos. Salió por las puertas con una maleta y una mochila, era él, nos presentamos y fuimos hacia el coche. Se sorprendió del frío, venía con el bañador y la toalla y como bien dijo, hacía un frío del carajo. Nos reímos, es muy curioso como aún la gente cree que venir a Mallorca es como ir al Caribe jaja. Le fascinó el jeep de Salva y nada más salir del aeropuerto ya decía que le encantaba la isla. Lo llevamos a su hotel y nos despedimos hasta la noche.
Llegó la hora y reunidos todos en el Vamp, empezó el concierto. Primero tocó y cantó una chica, Victoria, que abrió la noche y el apetito. Por fin, salió él. Desde el primer segundo nos dejó impresionados con su voz y su guitarra. Un concierto acústico exquisito para todos los sentidos...¡era mucho mejor en directo! Amenizó con sus bromas, su cercanía y naturalidad y prometió volver en Agosto.
Dar las gracias a todos los que pusieron un pedacito para que esa noche fuera posible. Ya lo dice Andrés Suárez y no se equivoca, hay algo más...
Y gracias a una amiga, Boni Bustos, que retrató la noche.
Noches como esta valen la pena, vuelvo a creer en la magia y, por supuesto, en la buena música.